miércoles, 13 de febrero de 2013

Mérida ¿realmente Mística?: Carnaval 2013

Participante de comparsa Carnaval Mérida 2013
Algo místico forma parte de la teología que trata de la unión del ser humano con Dios, de los grados de esta unión y de la vida contemplativa.

Los citadinos llenos de júbilo ansiaban la llegada del carnaval en Mérida, incluso pobladores de localidades de las afueras, se dieron cita para acudir a ver el derrotero, porque "en Hunucmá sólo hubieron 3 carros alegoricos y pura gente de la tercera edad", menciona una de las asistentes.

Todo es alegría y risas en estos días, sin embargo no todo es lo que parece o lo que debería ser. El derrotero parte del monumento a la patria hacia el centro histórico, las comparsas bailan sobre Paseo Montejo, doblan hacia la calle 60, se dirigen a Palacio Nacional para seguir sobre la 62 y llegar a San Juan en donde una pequeña feria y presentaciones en vivo se llevan a cabo al finalizar el derrotero.

Este año ha dejado mucho que desear la actividad del Carnaval, por una parte Jacarandoso (Marcelo Sanguinetti) tras más de 30 años consecutivos de participación junto a su comparsa, rompió la tradición debido a que el Ayuntamiento sólo le ofrecía 150 mil pesos para su atuendo, cuando él pedía 350 mil pesos.

¿Un berrinche? quizá, podría haber aceptado el dinero y haber hecho lo que le alcanzara con ese dinero, pero los trajes que suele portar con aproximadamente 30 kg de peso y más de 3 metros de alto, no son gratis.

Las empresas que participan son las que deberían de coolaborar con los recursos para los trajes y los carros alegoricos, no que simplemente tienen participaciones sosas, ocupan un espacio y no muestran nada relativo a la festividad.

Además no entiendo por qué se le ha pagado durante 6 lustros la participación a Jacarandoso, cuando las demás comparsas no reciben ayuda monetaria para sus trajes ni coreógrafos, todo corre por su cuenta y me atrevo a decir que son los que más ganas le echan.

Podría parecer normal ver en el carro de Sol o Corona, por mencionar algunas marcas, a puras mujeres en mini bikini intentando bailar, pero ¿comprende la gente que en realidad se reafirma el machismo al usar a las mujeres como entretenimiento? ¿cuál es el verdadero mensaje que da esa acción?

Considero que en eventos para toda la familia es de muy mal gusto porque esas imágenes van directito al cerebro de los niños, hay lugares para cada cosa y sigo sin encontrar lo recreativo al ver a una fila de mujeres casi desnudas moviendose sin gracia.

Esas deben ser las mejores comparsas, con buenos trajes y bailes que contagien la alegría, no tener a un puñado de hombres custodeando los carros como si alguien fuera a disponer hacer algo a varios metros del piso.

Repruebo al mismo tiempo el hecho de que personas participantes del desfile estén fumando mientras van en algún carro o lanzando regalos, es un pésimo ejemplo y si son tan buenos haciendo eso que no se puede hacer el desfile sin ellos, por lo menos pedirles un
par de horas de abstinencia (se nota que no van bailando) o si su participación es innecesaria, ya pueden proceder.

Individuo fumando en el derrotero (mano derecha)
Cada año debería de ser mejor que el anterior, sin embargo este año la ausencia de comparsas fue muy notable, en cambio sólo participaba gente que no sabía ni qué hacer y para llenar huecos, la gran mayoría llevaba a su porra tocando tambores, cosa que no le encuentro relación con el evento y si el punto es darle voz a la juventud, bueno, se excedieron y por mucho.

En la convocatoria para participar en las comparsas piden a bailarines con presencia escénica, sinceramente esperaría que todos los participantes se rigieran por estos términos, sin embargo en ocaicones llega a parecer un evento sin pies ni cabeza.
Otro punto que encuentro alarmante es el hecho de que se vendan los lugares para presenciar el evento, y si es para una causa, ¿cuál es esta? naturalmente no es para ayudar a los participantes con sus trajes, tampoco hay organización en este rubro y es una verdadera lástima que una celebración deje mucho que desear y sea cada año más precaria.

 

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